"...Al apelar a modelos explicativos corporizados y ecológicos, que toman
en cuenta a la experiencia como una interacción del agente con el
ambiente (Gibson, 1979; Varela et al, 1991; Di Paolo, 2005). La música
no se considera como algo externo, un objeto que se reifica en su
explicación como un conjunto ontológico de estructiras sintácticas
(definido así en modelos formalistas de la musicología, ver Lerdahl y
Jakendoff, 1983), sino como un fenómeno en movimiento que tiene el
potencial de interactuar con el cuerpo del agente humano. Tomando en
cuenta este punto de vista, el objeto de estudio es la experiencia
musical imaginativa que emerge cuando un sujeto significa el mundo
musical temporo-espacial que tiene a su alrededor, a tráves de las
distintas formas de su experiencia corporizada: la percepción, la
imaginación, la memoria y la motricidad, entre otros.
Desde esta perspectiva, el cuerpo entero es un vehículo de
significado cuando el sujeto/agente interactúa con el ambiente musical,
las posibilidades de acción del sujeto estarán constreñidas por sus
particularidades biológicas (ex. aparatos perceptuales auditivos y
propioceptivos en buen estado) y los constreñimientos culturales en los
que se halle (sus experiencias musicales van a ser mas anticipatorias o
sincronizadas si conoce la música con la que interactúa que si no la
conoce). Conceptualizaciones evidentes en la forma de aproximación de
Gibson (1977) o Hurley (2001) en cuanto al rol que tiene el movimiento
al hacer accesible la información del entorno, al significarla.
Entonces, bajo los enfoques explicativos que se defienden en este
resumen, la percepción y la acción son interdependientes. El
acoplamiento sensoriomotor con el ambiente es un bucle continuo de
percepciones, acciones e imaginaciones (abstracciones, evocaciones,
asociación de recuerdos). Donde la acción no es meramente una
contribución causal cuando se generan experiencias. Como se plantean en
algunos enfoques neo-gibsonianos (Noë, 2009). Más bien lo que acontece,
es una relación continua entre los estímulos significativos del entorno,
las posibilidades de acción que emergen de la interacción y la
coherencia de la experiencia a través de experiencias pasadas,
expectativas, anticipaciones e imaginaciones. Es decir, que la acción y
la imaginación no solo causan la percepción, sino que acción e
imaginación son constitutivas de la experiencia humana. (Gangopadhyay,
2009; Hurley, 2001). Incluso, para Merleau Ponty (1962:371) hay un
continuo entre la percepción sensorial y la auto-conciencia".
La propiocepción y la kinestesia en la experiencia de la imaginación musica
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